25% de descuento para librerías.
Si tu librería todavía no está dada de alta y quieres adquirir libros de nuestro catálogo, regístrate aquí.
Esto no es un libro, es una chirigota (ilegal o callejera). Un libro se queda encerrado en el papel, y la chirigota con el papel se limpia el «forillo». Por eso, si ves que en mitad te pierdes, no te entretengas en volver atrás y ponerte a releer. Con que te dediques a ponerle música propia, evitarás todos esos problemas de compresión. Ser Andaluz me compromete, al mismo tiempo, a ser otras muchas cosas. Andalucía está rota debido a la renuncia de la mitad de los andaluces a cualquier tipo de compromiso, perdiendo así, incluso, hasta la propia identidad andaluza. En esta división, nos encontramos con la Andalucía que es profunda y la que no. La diferencia entre ambas es tan grande, que la que no es profunda no es ni siquiera Andalucía. A la profunda puedes encontrarla en la lucha diaria de la gente que mueve al mundo, aunque parezca que ni siquiera estén. La otra está en aquella «people» a la que le asfaltan la puerta de su casa y se le sube el ego a una altura que no puede ni medirse. Dado el momento en el que nos encontramos —al cual hemos llegado tambaleándonos—, como andaluces, debemos de enfrentarnos a una decisión que inicie con una interrogación clara: ¿Qué coño queremos ser? Si es lo que fuimos, o si es lo que somos, es lo que hay que decidir. Pero como ante cualquier decisión, primeramente, se hace necesaria una jornada de reflexión que, visto lo visto, la estamos apurando hasta el punto de que ya ni nos toman en serio, y cuando llegue la hora de decidir, seguramente, a la mitad os va a pillar durmiendo la siesta (metafóricamente hablando, por supuesto).