Todo editor se plantea en algún momento cuál es la distribución ideal para su catálogo.
Aquellos que comienzan un proyecto, por muy original que sea su idea o tengan una cartera de autores importante, no pueden lanzarse al mercado editorial sin la seguridad de que su producto estará disponible en un numero significativo de puntos de venta. Veamos qué ofrecen los modelos existentes de distribución de libros.
El modelo tradicional de distribución de libros
– Para acceder a la distribución más generalizada, primero hay que convencer al distribuidor de lo comercial que puede ser nuestro proyecto, ya que este cuenta con un número limitado de editoriales y busca la máxima rentabilidad.
Hay que tener en cuenta que ese distribuidor gestiona los pedidos, envía comerciales a los puntos de venta, almacena, recepciona las devoluciones…
– Si el editor consigue entrar en este modelo, el distribuidor nos garantiza el suministro de nuestros libros a aquellas librerías que quieran tenerlos. Para ello, tendremos que entregarle una importante cantidad de ejemplares para que los almacenen. Por tanto, el editor tendrá que invertir en la producción, siempre por encima de las perspectivas reales de venta. Aproximadamente, por cada 100 libros vendidos, se han producido 160.
– Pasado un tiempo después de que el editor coloca sus libros en los puntos de venta, comienzan las devoluciones. Estas pueden ser en cualquier momento, por lo que es muy difícil saber realmente las ventas.
– Para evitar el daño que hacen en la liquidez de la editorial las devoluciones, el editor está obligado a sacar periódicamente novedades. Esto, además de dificultar la selección meditada de lo que se quiere editar, no permite dedicarle a cada libro nuevo una campaña de promoción adecuada. Y alimenta este círculo vicioso: colocación – devoluciones – colocación.
– Este sistema suele ser exclusivo, por lo que es el distribuidor el que decide a qué puntos de venta se suministra o no, dependiendo de la rentabilidad.
El que los libros estén disponibles en librerías de toda España es un aspecto fundamental, pero el coste y el riesgo que hay que asumir con este modelo puede resultar fatal para una editorial pequeña o mediana. La evolución de la distribución es fuente de numerosas reflexiones entre los profesionales del libro desde hace tiempo.
¿No existe otra vía?
Hasta hace poco este era el único camino, pero aplicando las nuevas tecnologías y con ganas de que este sector racionalice sus prácticas se abre una nueva posibilidad. En LdLibros hemos creado una plataforma basada en la impresión bajo demanda y la venta por pedido. ¿Qué ventajas tiene para el editor?
Distribución de libros bajo demanda
– Solo se imprime lo que se vende. El librero se pone en contacto con LdLibros y nos encargamos de gestionar el pedido, cobrarlo y producirlo. El editor solo tiene que tener disponible el archivo. El tiempo y dinero que supone producir para un mercado nacional, lo puede dedicar a la promoción y comunicación de su catálogo.
– No hay devoluciones. Es venta en firme, por lo que el editor sabe sus ventas reales, en todo momento.
– No hay que almacenar stock de las editoriales. Por lo que cualquier editor puede distribuir con LdLibros, sin tener que someterse a exigencias de comercialidad o oportunidad editorial. Nuestro catálogo potencial de títulos disponibles no tiene límite.
– No hay agotados. Lo que permite al editor afirmar que todo su catálogo está vivo, disponible en cualquier momento y en cualquier punto de venta.
– No hay exclusividad. Es posible que el editor tenga un nicho de negocio, pero no se pueda plantear abarcar más territorio por la inversión que le supone. Con esta herramienta, suma ambas posibilidades, sin perder aquella donde se puede manejar de manera autónoma.
Son dos modelos compatibles de distribución de libros. Pero lo que hay que tener claro es que estar sometidos a un modelo tradicional, pensado para las editoriales de tamaño grande, que obliga al editor independiente a asumir riesgos y altas inversiones y que provoca su asfixia financiera –devoluciones, stocks sobredimensionados, colocaciones y no ventas…– acabará con la diversidad y riqueza editorial. Lo que repercute negativamente no solo en el editor, sino también en la variedad que encuentra el lector en su librería.
Es posible que surjan otros modelos de distribución de libros, pero LdLibros es ya una realidad. Distribuimos a todas estas editoriales, gestionamos sus pedidos y contamos con una red de más de 700 librerías.
A partir de aquí, es la decisión del editor qué modelo escoger. Lo que tiene que tener claro es que el éxito de su proyecto va a depender en gran medida de esta decisión, y que, por nuestra parte, todos son bienvenidos.
Apenas hace unos años, esta pregunta no tendría sentido: de qué otra...
Apenas hace unos años, esta pregunta no tendría sentido: de qué otra...