1 de octubre de 2017. Reflexión hacia un modelo policial más eficaz ante futuras crisis de soberanía

En el marco jurídico de la legislación en materia reguladora de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, se alzan voces críticas que demandan una reforma del actual modelo policial, por lo que resulta conveniente un análisis general de la situación y una comparación con modelos externos. De la distribución de competencias que se encuentra configurada en nuestro ordenamiento jurídico, surgen pros y contras que deben ser considerados a la hora de abordar el tema en cuestión. Las funciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, más allá del instrumento necesario que son para la consecución de los legítimos objetivos del Gobierno, no pueden reducirse a un medio para ser utilizado con el propósito de implantar una ideología política. Ciertas cuestiones deben quedar al margen del trabajo policial, por tanto, se antoja preciso acudir al recurso más idóneo para solventar las discrepancias de carácter político, que es en el uso de las instituciones parlamentarias como foro donde tienen voz los representantes del pueblo que las elige, pues de lo contrario las consecuencias devienen en un daño a la imagen y la percepción que los ciudadanos tienen de los cuerpos policiales. De otra parte, el Estado debe contar con mecanismos eficaces y eficientes para impedir que todo acto fuera del ordenamiento jurídico quede al margen de éste, recurriendo a medidas congruentes, oportunas y proporcionales, la inobservancia de éstos, hace difícil el cumplimiento del principio de justicia que impone nuestra Carta Magna.